Hay mucha vida en cada vida
El miércoles 25 de marzo se celebra la Jornada por la Vida
(De la nota de los obispos para
esta Jornada)
Al celebrar la Jornada
por la Vida queremos reconocer el don precioso de la vida humana,
independientemente de cualquier circunstancia o condición. Toda vida humana es
valiosa porque es imagen de Dios. Nadie puede desarrollarse en plenitud en
soledad, sino viviendo en comunión recíproca con los demás.
Algunas personas vienen al mundo con una
particular necesidad, vulnerabilidad o discapacidad. Lamentablemente hay quien
piensa que esas vidas no merecen la pena y no son dignas de ser vividas. Ello
es debido a que se considera que la vida solo merece respeto cuando supera un
cierto nivel de “calidad de vida”.
¿Cómo calificar un
mundo que negara la acogida y protección a los más débiles? ¿Qué tipo de
sociedad estaríamos construyendo si minusvaloramos o rechazamos al que es más
vulnerable y está más necesitado? Las personas discapacitadas nos muestran la
grandeza de su corazón y de su existencia. Son los campeones de la vida por su
coraje, un ejemplo para todos y un verdadero testimonio de la grandeza de su existencia.
Todos estamos llamados a implicarnos en la
defensa de la vida, especialmente de la más vulnerable, débil e indefensa.
Debemos construir una verdadera comunidad humana en la que todos nos percibamos
como un inmenso don de Dios llamados a cuidarnos los unos de los otros.
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